Cada vez más gente opta por elegir una distribución de software libre Linux para su equipo de sobremesa. Una distribución presenta ventajas sobre un sistema operativo Windows en muchas circunstancias, como por ejemplo, permite elegir un sistema acorde al ordenador que tenemos, sin tener que elegir un sistema antiguo u obsoleto. En este caso, podríamos elegir Lubuntu si es un equipo con muy poca capacidad, o Kubuntu, si nos gusta la personalización y efectos. Otra de las razones para elegir una distribución es la seguridad y privacidad a la hora de disponer de nuestros archivos o mientras navegamos en la red.
A pesar de tener un mayor control sobre el sistema, no nos olvidemos que añadir repositorios desconocidos o instalar paquetes de sitios inseguros pueden afectar la seguridad del sistema. En este post vamos a mostrar las distribuciones que son más accesibles de usar en un primer momento si se viene de un sistema operativo como es Windows.
En primer lugar, vamos a obviar muchas distribuciones que son de aspecto similar a Windows o sus temas de personalización, ya que el funcionamiento o rendimiento puede ser diferente. También decir que esta entrada está realizada en Diciembre de 2017, Ubuntu por ejemplo a día de hoy cuenta con Unity como entorno de escritorio, lo cual es bastante diferente al entorno de Windows. Y por último, tened en cuenta de que este artículo es completamente subjetivo, la distribución ha sido elegida por su sencillez, apariencia, software, lo que no quiere decir que otras distribuciones, como Arch Linux, Ubuntu, Kubuntu, Fedora etc. sean peores.
Linux Mint
Su popularidad ha ido aumentando con el paso del tiempo, y cuenta con un ecosistema que va creciendo con aplicaciones muy útiles, como el gestor de copias de seguridad o nemo. Su entorno de escritorio Cinnamon presenta un aspecto clásico, con la barra situada en la parte inferior, el menú en la izquierda y el reloj, internet, sonido, brillo etc. en la parte derecha. En mi caso, tengo puestos los programas que más utilizo en «el panel», que es la parte de la derecha del menú y permite lanzar los programas con un click.
El gestor de actualizaciones es bastante sencillo de usar, y hace un resumen de todos los programas que van a subir de versión, pudiendo escoger cuáles actualizar y cuales no. No es para nada intrusivo y nos avisa de que hay actualizaciones cambiando el color del icono «escudo» en el panel, sin abrir pantallas emergentes.
En cuanto a instalar paquetes externos, decir que Linux Mint soporta paquetes .deb, los cuales son los más populares y podremos instalarlos con un click desde el gestor de paquetes debi, de Linux Mint. Aparte, los respositorios PPA son compatibles con los de Ubuntu en su misma versión.
En resumen, Linux Mint es la distribución que hemos escogido para migrar desde Windows porque la distribución de su entorno es bastante similar, viene con todo tipo de programas por defecto, los cuales son bastante buenos y su sencillez de usar. Cualquier comentario, duda u opinión será bien recibida en los comentarios. ¿Qué distribución recomendarías tú?