Una de las novedades que incluye el sistema operativo Windows 8 es la posibilidad de restaurar el sistema a su estado de fábrica, por lo que se borrarán los archivos y configuraciones que teníamos guardadas. Esta opción es buena si el ordenador iba más lento de lo normal (y no es problema de hardware, y habíamos intentado solucionarlo), y queremos «formatear» el sistema operativo de una manera sencilla y guiada. También podemos hacer uso de esta herramienta si por ejemplo, queremos prestar este PC a alguien por un largo tiempo, o si al contrario, nos lo devuelve.
Para realizar esta tarea, nos dirigimos al menú lateral derecho y en configuración, le damos click en «Cambiar configuración de PC». Ahora vamos hasta la pestaña «Uso general«, en la parte izquierda, y veremos en la parte derecha una herramienta llamada «Quitar todo y reinstalar Windows». Si ya tenemos todo guardado en un dispositivo extraíble como USB o disco duro externo (en caso de querer guardar información), le damos click en comenzar. Nos avisará de que se borrarán nuestros datos. Si estamos seguros, hacemos click en continuar para seguir con la herramienta.
Ahora tenemos dos opciones, o bien «Solo quitar los archivos», o «Limpiar completamente la unidad». La primera opción eliminará los archivos que tengamos guardados en nuestro disco duro, y la segunda, formateará y volverá a instalar Windows 8. En nuestro caso, hemos elegido la segunda opción, una opción que tarda bastante tiempo en efectuarse, por lo que recomendamos realizarla cuando no vayamos a usar el PC. Ahora todo volverá a la configuración por defecto, y podemos volver a crear nuestro usuario, contraseña, cuenta de correo etc., hasta que nos lleve al escritorio. Pueden ver el tutorial de instalación de Windows 8 en este foro. Puede que les sirva de referencia para las pantallas de configuración mientras se configura.
Eso es todo, esperamos que les haya gustado, y hasta la próxima.